Las pasas volvieron a ser uvas


Bromelias en Naranjito, Puerto Rico (2016)

Desde que janguiaba en San Patricio te buscaba. Simplemente no sabía que eras tú. Entonces te encontré sin querer; entre alcohol y meneítos empezamos a compartir de manera casual e impersonal, pero con mucha curiosidad.

Te invité a mi casa. Te presenté a mis amigas. Mis amigas te validaban sin parar. Yo las evadía, les argumentaba y me negaba. Hasta un jueves casual donde el romantiqueo nos endrogó entre miradas tímidas en la esquina de aquel bar. 

Esa noche te vi con otros ojos. Me gustaste con otro corazón.

Te invité a compartir. Te presenté a mis amigos. Mis amigos te validaban sin parar. Yo les decía que me gustabas, les argumentaba y me afirmaba. Hasta que me fui de cabeza, por la window, en una maroma épica que hasta Karl Wallenda envidiaría. 

Esa noche te vi con otros ojos. Me gustaste con otro corazón.

Me colonizaste al ritmo de La Fusa hasta robarme las palabras. Esas que escribí en una libretita llena de amor inmortal. Ahí te aseguro que me viste desnuda por primera vez. Ahí te aseguro que me entregué. 

Empezaron los sobitos, el café mañanero, los mordiscos en la cama, los mensajes de texto, las llamadas. Morning, cómo te va, sueña lindo. Arrancaron las risas, me acomodé en la zona de confort y música para volar. Como Cerati me quedé estoquiá en una nube y me gustaste hasta el fin de los finales.

Empezaron las miradas a medias, las mimosas, el jaboneo de castilla, los mensajes de texto, las llamadas. Entonces me di cuenta en un momento casi epifánico que las pasas volvieron a ser uvas.

Lo imposible fue posible. A pesar de que meses antes la fe se había convertido en fo.

Para nada.

“Desembocamos al silencio en donde los silencios enmudecen.”

Ya no hay mensajes de texto ni llamadas.

¿Lo soñé?

Las pasas no se habían convertido en uva. Al parecer solo se mojaron 
brevemente en un aguacero de incertidumbre.

SIN SENTIDO.

En un loop infinito de eclipses lunares parciales en el Morro.

Incompleto.

Como el puto libro que llevo 2 años leyendo.

Irreal.

Las pasas siempre fueron pasas porque alguien las secó, y eso no hay forma de revertirlo. Aunque mis amistades traten de validar mis fantasías sin parar. Los evado, les argumento, me lleno de tristeza. 

Ese día te vi con otros ojos. Ese día me marchité el corazón.

Desde que janguiaba en San Patricio te buscaba. Y ahora entiendo porque nunca te encontré.



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